El hormigón celular es un material de construcción versátil y eficiente que ofrece excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico, resistencia a la humedad y al fuego, facilidad de trabajo y respeto al medio ambiente. En este artículo, exploraremos las características, ventajas y especificaciones técnicas del hormigón celular, así como los diferentes tipos disponibles en el mercado. ¡Descubre todo lo que necesitas saber sobre este innovador material de construcción!

Características de hormigón celular

Material: Hormigón celular

El hormigón celular es un material compuesto principalmente por cemento, arena, agua y un agente espumante que genera burbujas de aire en la mezcla. Estas burbujas de aire son las responsables de la ligereza del material, lo que facilita su manipulación e instalación en comparación con el hormigón convencional.

Capacidad de aislamiento térmico y acústico

Una de las características más destacadas del hormigón celular es su excelente capacidad de aislamiento térmico y acústico. Gracias a su estructura de celdas de aire, este material ayuda a mantener la temperatura interior de los edificios de manera eficiente, reduciendo la pérdida de calor en invierno y el ingreso de calor en verano. Además, actúa como un buen aislante acústico, disminuyendo la transmisión de ruidos externos.

Resistencia a la humedad y al fuego

El hormigón celular es un material resistente a la humedad, lo que lo hace ideal para su uso en áreas donde la exposición al agua es frecuente, como baños o cocinas. Además, su estructura celular cerrada le otorga una buena resistencia al fuego, contribuyendo a la seguridad de la construcción.

Facilidad de trabajo y versatilidad

Gracias a su ligereza y composición, el hormigón celular es un material versátil y fácil de trabajar. Puede ser cortado y moldeado según las necesidades de la construcción, lo que permite adaptarlo a diferentes diseños arquitectónicos. Su peso ligero facilita su transporte y manipulación en la obra, agilizando los procesos de construcción.

Sostenibilidad y respeto al medio ambiente

El hormigón celular es un material sostenible y respetuoso con el medio ambiente, ya que su proceso de fabricación genera menos emisiones de CO2 en comparación con otros materiales de construcción. Además, su capacidad de aislamiento contribuye a la eficiencia energética de los edificios, reduciendo la necesidad de calefacción y refrigeración.

Especificaciones Técnicas

El hormigón celular se presenta en paneles con dimensiones variables según el fabricante y el tipo de panel, siendo comúnmente de 60 cm x 40 cm x 10 cm. Cada panel de dimensiones estándar tiene un peso aproximado de 7-10 kg. Su densidad varía entre 300 y 700 kg/m³, con una resistencia a la compresión que oscila entre 1 y 5 MPa. La conductividad térmica del hormigón celular es baja, alrededor de 0.08-0.2 W/(m·K), lo que contribuye a su eficacia como aislante. Además, su absorción de agua es baja, típicamente inferior al 10% en peso. En cuanto al color, suele ser gris claro, si bien puede variar según el fabricante.

En resumen, el hormigón celular es un material de construcción versátil, eficiente y sostenible que ofrece excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico, resistencia a la humedad y al fuego, facilidad de trabajo y respeto al medio ambiente. Su uso en diferentes aplicaciones constructivas contribuye a la creación de edificaciones más eficientes y confortables, mejorando la calidad de vida de sus ocupantes.

Tipos de Hormigón Celular

Hormigón Celular Autoclavado

El hormigón celular autoclavado es un material ligero y aislante que se produce mediante la combinación de cemento, arena, agua y un agente espumante. Este tipo de hormigón se caracteriza por su alta resistencia a la compresión y su baja conductividad térmica, lo que lo hace ideal para aplicaciones en construcción donde se requiere aislamiento térmico y acústico.

Hormigón Celular No Autoclavado

El hormigón celular no autoclavado es una alternativa al autoclavado que se produce mezclando cemento, arena, agua y un agente espumante, pero sin necesidad de utilizar un proceso de autoclave para su curado. Aunque suele tener una resistencia a la compresión menor que el autoclavado, este tipo de hormigón sigue siendo ligero y aislante, siendo utilizado en aplicaciones donde no se requiere una resistencia tan alta pero sí un buen aislamiento térmico y acústico.