Los futones son un mueble versátil y funcional, porque combinan comodidad, diseño y una muy buena adaptabilidad en distintas situaciones. Son multifuncionales, puesto que se transforman rápidamente en sofá o cama con el fin de maximizar el uso del espacio en ambientes reducidos.

Una de las principales características de los futones es su facilidad de integración a prácticamente cualquier estilo decorativo, abarcando desde modernos hasta tradicionales. La elevada diversidad cromática, de materiales y tamaños contribuye en la personalización de la elección.

Características de los futones

Armazón 

El armazón de los futones es la base de su durabilidad y resistencia. En general, están fabricados en metal o madera. La madera, como por ejemplo el haya, roble o pino, es robusta, resistente y suma un toque cálido al ambiente. 

En contraste con los futones de madera, los metálicos se caracterizan por ser ligeros, más fácilmente transportables y por sumar modernidad debido a su apariencia industrial. Los refuerzos en las uniones garantizan estabilidad, mientras que otros vienen con detalles decorativos en las patas y reposabrazos.

Colchón de los futones

El colchón es uno de los grandes protagonistas de los futones, porque marca el nivel de soporte tanto en modo sofá como cama. Las opciones con espuma de alta densidad son las que mejor se adaptan al cuerpo, dando el soporte lumbar necesario para descansar por varias horas. 

También existen futones con colchones rellenos de fibra de algodón, aportando suavidad y un toque tradicional muy parecido a los ejemplares japoneses. Los muebles sofisticados traen muelles ensacados o capas de látex que potencian la elasticidad y adaptación a la postura del individuo. 

Tapizado

Con respecto al tapizado, los de tela, como algodón o lino, contribuyen en la transpirabilidad y son sumamente frescos en días calurosos. No obstante, ameritan un cuidado superior debido a su alta propensión a la absorción de olores y manchas. 

En cambio, los tapizados con microfibra o cuero sintético son mucho más fáciles de limpiar y se caracterizan por la elegancia, aunque pierden en términos de transpirabilidad. 

Mecanismos de conversión

El sistema de conversión más frecuente es el denominado clic-clac, en el cual el respaldo se inclina hasta convertirse en una cama tan solo con un movimiento sencillo. Es perfecto para quienes desean una veloz transición entre cama y sofá sin esfuerzo. 

En los sistemas de pliegue en tres partes, el colchón se dobla en forma de letra Z cuando está en modo sofá y después se despliega por completo para ser cama. Ciertos futones gozan de sistemas deslizantes, donde la base se extiende hacia adelante y el respaldo se abate y forma una superficie de descanso llana. 

Las bisagras reforzadas de los futones avanzados dan lugar a ajustes intermedios, dando posiciones extra de reclinado.

Tamaño de los futones

Los futones individuales generalmente miden aproximadamente 90 centímetros de ancho, y son perfectos en habitaciones de escasas dimensiones. Los matrimoniales rondan los 140 cm, y son populares en cuartos de huéspedes y livings.

Quienes desean la mayor comodidad posible, pueden optar por futones queen y king, llegando a nada menos que 160 centímetros o más de ancho. Aunque el tamaño tiene sus ventajas, necesitan mucho más espacio que los individuales.

Comodidad y ergonomía

Los futones de calidad equilibran adaptabilidad y firmeza, dándole soporte a la espalda al momento de sentarse y/o dormir. Para disfrutar de un descanso completo sin sufrir excesivos hundimientos, los más convenientes son los de muelles ensacados y espuma de alta densidad.

Los apoyabrazos removibles o acolchonados dan una cuota extra de soporte, e incluso podrían funcionar a modo de almohada improvisada al dormir. Las patas elevadas de los futones modernos evitan la acumulación de humedad en el colchón.

Colores y texturas de los futones

Los futones en tonos neutros, como beige, gris o blanco son de los más versátiles debido a su facilidad para integrarse en cualquier ambiente. En contraste, aquellos que desean personalidad pueden optar por modelos en rojo, verde o azul.

En términos de texturas, los tapizados en algodón o lino aumentan la sensación de frescura y suavidad. Los de terciopelo aportan sofisticación, pero ameritan más cuidado para que no sufran marcas.

Tipos de futones

Los futones se dividen según la cantidad de cuerpos, oscilando entre 1 o más de 4.

Futones de 1 cuerpo

Los futones de 1 cuerpo son individuales, funcionales y compactos, equipando espacios de dimensiones reducidas como oficinas, estudios y cuartos pequeños. El ancho aproximado va de los 80 a 100 centímetros, permitiendo que una persona lo disfrute al máximo.

En general, el mecanismo de conversión es del tipo clic-clac o plegable en dos partes.

Futones de 2 cuerpos

Por su parte, los futones de 2 cuerpos gozan de un ancho estimado de 1.2 a 1.4 metros, dejando que dos individuos se acomoden en el modo sofá y disfruten de una cama matrimonial una vez desplegado.

Futones de 3 cuerpos

Los futones de 3 cuerpos poseen un ancho de entre 150 y 180 centímetros. Se pueden comparar a las camas queen, y dan un descanso perfecto para dos y puede que hasta tres personas. Los mecanismos de conversión generalmente se dividen entre sistemas deslizantes y de bisagras reforzadas.

Futones de 4 o más cuerpos

Estos futones son los más lujosos y grandes del mercado, con dimensiones parecidas a una cama king. Los futones de 4 o más cuerpos están pensados para habitaciones principales y salas de gran tamaño. La configuración modular favorece el ajuste de la forma de acuerdo a las necesidades del espacio.