En Uruguay, el calefón de 80 litros es una opción popular para satisfacer las necesidades de agua caliente en hogares de tamaño medio. Fabricado principalmente en acero inoxidable, este calefón garantiza durabilidad y higiene en el suministro de agua. Con opciones de color blanco o plateado, y la versatilidad de montaje en pared o de pie, se adapta fácilmente a diferentes espacios. Priorizando la seguridad del usuario, cuenta con sistemas de protección y eficiencia energética que aseguran un consumo eléctrico eficiente. Con especificaciones técnicas que garantizan un calentamiento rápido del agua y un control de temperatura ajustable, el calefón de 80 litros es una elección práctica y confiable para el uso diario.

Características de calefón 80 litros

Capacidad y Material

El calefón de 80 litros tiene una capacidad ideal para satisfacer las necesidades de agua caliente en hogares de tamaño medio. Fabricado principalmente en acero inoxidable, un material altamente resistente a la corrosión, garantiza una larga vida útil del producto. El acero inoxidable también contribuye a mantener la higiene del agua, evitando la acumulación de bacterias u otros contaminantes.

Color y Tipo de Montaje

Generalmente disponible en colores blanco o plateado, el calefón de 80 litros se adapta fácilmente a la estética de diferentes espacios. Además, ofrece la versatilidad de poder ser instalado tanto en la pared como de pie, lo que facilita su integración en distintos ambientes según las necesidades del usuario.

Seguridad y Eficiencia Energética

Equipado con sistemas de protección contra sobrecalentamiento y sobrepresión, el calefón de 80 litros prioriza la seguridad del usuario y del equipo. Asimismo, su clasificación energética garantiza un consumo eficiente de electricidad, lo que se traduce en ahorro a largo plazo en la factura de energía.

Especificaciones Técnicas

Con dimensiones aproximadas de 60 cm de ancho, 120 cm de alto y 50 cm de profundidad, el calefón de 80 litros se adapta a espacios reducidos sin comprometer su capacidad de suministro de agua caliente. Con un peso que oscila entre 30 y 40 kg, dependiendo del modelo, es fácil de instalar y manipular.

La potencia del calefón varía entre 1500 y 2000 W, lo que garantiza un calentamiento rápido del agua. Su presión de trabajo es adecuada para redes de agua potable estándar, asegurando un flujo constante y seguro. El tiempo de calentamiento es eficiente, alcanzando la temperatura deseada en pocos minutos, lo que permite un uso inmediato del agua caliente.

El control de temperatura del calefón de 80 litros es ajustable, lo que permite al usuario seleccionar la temperatura más adecuada según sus preferencias. Algunos modelos cuentan con un display digital que muestra la temperatura actual del agua, brindando un control preciso y cómodo.

Las conexiones de entrada y salida de agua están claramente marcadas en el calefón, facilitando su instalación y evitando confusiones durante el proceso. Además, algunos modelos pueden ofrecer funciones adicionales como programación de encendido y apagado automático, modo ahorro de energía, entre otros, que aumentan la comodidad y eficiencia del equipo.

En resumen, el calefón de 80 litros es una excelente elección para aquellos hogares o espacios que requieren un suministro constante de agua caliente. Su combinación de capacidad, seguridad, eficiencia energética y funcionalidades adicionales lo convierten en una solución práctica y confiable para cubrir las necesidades de agua caliente en el día a día.

Calefones de 80 litros

Calefón a gas de 80 litros

Los calefones a gas de 80 litros son una excelente opción para calentar agua de forma eficiente y rápida. Este tipo de calefones suelen ser compactos y fáciles de instalar, ideales para espacios reducidos. Además, al funcionar con gas, permiten un ahorro energético significativo en comparación con otros tipos de calefones.

Calefón eléctrico de 80 litros

Los calefones eléctricos de 80 litros son una alternativa práctica para calentar agua en hogares donde no se cuenta con conexión a gas. Son fáciles de usar y no requieren de una instalación compleja, simplemente se conectan a la corriente eléctrica. Aunque suelen tener un consumo energético mayor que los calefones a gas, ofrecen la ventaja de poder ser instalados en cualquier lugar con acceso a electricidad.